Wednesday, September 23, 2009


Ayer por fin tuve el dia libre. Estaba cansadisima, el fin de semana pasado no paramos un segundo. Es increible como algunas veces los minutos de viernes a lunes pasan despacio, perezosos, esperando que algo emocionante suceda y otras veces hay una lista de cosas por hacer, personas que ver y excesos que pagar. El fin de semana pasado fue uno de esos en los que uno prefiere haberse mordido la lengua antes de haberse comprometido a estar en cinco lugares diferentes al mismo tiempo.

El hecho es que cuando el sol empieza a salir y la temperatura a aumentar la gente parece entrar en un estado de hipersociabilidad que yo dificilmente puedo igualar. Por eso aveces para poder tolerar la constante interaccion con otros, conocidos o desconocidos y ganarle una batalla a la agorafobia, recurro a sustancias con efectos deshinhibidores. Afortunada o desafortunadamente este fin de semana, me reencontre con una de esas sustancias, amada por muchos, respetada por mi, que aqui crece bajo lamparas incandecentes en closets y garajes de los suburbios occidentales. Sin un segundo de duda y pensando en lo pesados que se sentian mis hombros y lo tenso de mi cuello, me sumergi en el humo, mientras mi subconciente seguramente anoraba regresar a esa sensacion calientica de hamaca meciendose, musica de gaitas y tambores, olor a despues de llover y pan en el horno de lena, La Pradera, Cundinamarca 1999. Pero se me olvidaba, que este humo es un humo distinto, es un humo que crece atrapado, escondido, alimentado por menjurges quimicos en spray y que sus efectos en mi no son otros que los de una intensa y aterrorizante paranoia.

Despues de verme o ignorarme sufriendo en silencio por un par de horas y de darme mas de cinco razones para no permanecer escondida en el bano de un establecimiento publico, J entendio que era hora de regresar a nuestras 9 paredes. Afortunadamente nadie se dio cuenta de mi crisis, aun en las peores circunstancias conservo mis dotes actorales. Una vez a salvo dormi como una piedra, pero al al dia siguiente me desperte deprimida, ansiosa, llorona y gris. Y asi han pasado los dias de domingo a miercoles hasta que ayer decidi hacer algo al respecto y descubrir si la depresion y ansiedad de estos dias son reales o solo los estragos del fin de semana.

En nombre del transidentity project, me vesti de deprimida y fui al medico con toda la intecion de regresar con los bolsillos cargados de xanax o al menos una carta de referencia al psiquiatra... Pero estando en la sala de espera mire por la ventana y vi el cielo azul, la calle vacia, los arboles, respire profundo y senti el olor a primavera... y bahhhhhhhh!!! en un segundo tuve claro que no, esta vez no estoy deprimida... ya se me quito... por no perder la cita entre y le conte al medico a medias la razon de mi visita... sali de ahi sin xanax pero la carta al psiquiatra con sello de "urgente" si me la dio ... talvez por bipolar.
En la foto Jess Cornelius y su banda Teeth and Tongue... Creo que me enamore !

2 comments:

Anonymous said...

le mando una hamaca imaginaria... y l dejo la ganya made in colombia cuando venga a visitar.

Sin Tildes said...

Jejeje gracias... ojala se pronto.